Por los Amados Lanto y Confucio, 26 de junio de 1960
Introducción:
Amados hijos de Mi corazón:
Tengo la alegría y el honor de presentarles las palabras, radiación y poder sostenido de precipitación del bien a través de sus queridos seres, según fueran dados por el Amado Maestro Ascendido Lanto y el Amado Confucio, actual Jerarca del Templo de la Precipitación, en la Clase de Transmisión de la Llama del 18 de junio de 1960, en Mi ashram.
El Amado Señor Lanto habla:
Amados y preciosos amigos de Dios, hago la venia ante vuestras Luces, que se hacen cada vez más brillantes, convirtiéndose verdaderamente en la Luz requerida para elevar al planeta Tierra, y a todo lo que hay en su esfera perfeccionada, donde el Gran Señor, el Manú de la Séptima Raza Raíz y su primera Sub-Raza, saben que la Tierra es un hogar planetario apropiado para que Seres bellos y exquisitos lo habiten.
¡Yo los saludo! Mucho antes de que Mi Amado Confucio asumiera el cargo en nuestro Retiro del Templo de la Precipitación en los Estados Unidos de Norte América, hemos custodiado, guiado y protegido ese Templo; y de allí hemos dirigido hacia adelante la Llama Precipitadora a través de los cuatro reinos de la naturaleza, así como también a través de los seres humanos que se han hecho merecedores y lo suficientemente altruistas, como para que se les confíen los inapreciables tesoros de las “Gracias y Talentos Divinos”, y el uso de las grandes expresiones de las manifestaciones Divinas de Perfección expresadas en joyas, tallados, bibliotecas perfectas, libros inapreciables y otros dones Divinos presentes en Nuestros focos.
Son poquísimos los que pueden escudriñar de manera totalmente desprendida aquello que es bello y de valor intrínseco, sin considerar dentro de sí, en qué se beneficiarían ellos personalmente por esto. Aun menos son los que reconocen el valor sutil de la asociación entre los Ámbitos Celestiales y los pueblos de la Tierra, que se carga, carga, y carga en, a través y alrededor de sus vehículos internos y forma de carne, para un solo propósito: ¡expandir su propia Divinidad!
Deseamos precipitar a través de todos y cada uno de ustedes más de Nuestra belleza, de manera que esa belleza de expresión, belleza de la naturaleza y belleza de las cosas externas, a través de las centurias, los conviertan en representantes apropiados del Gran Chohán El Morya y del Gran Chohán, nuestro Maestro Ascendido Saint Germain.
Por lo tanto, este año los Elohim, la Amada Astrea, el Amado Claridad y todos los Seres y Poderes que están particularmente relacio¬nados con la eliminación de las causas y núcleos internos, en su mayoría desconocidos, de chelas merecedores, fervorosos y diligentes, han presentado una petición especial al Tribunal Kármico para eliminar, sin ningún dolor o sufrimiento en el ser externo, todo aquello que pueda retrasar la descarga desde Nuestro humilde Retiro, de los Poderes de la Precipitación, portadores de un bien consciente, a ustedes y a través de ustedes.
El Retiro de la Precipitación de los Maestros Ascendidos, ha estado abierto desde el quince del mes de junio. El Ángel de los Pergaminos ha puesto ya muchas de las peticiones, incluyendo las suyas, primero sobre las mesas ante la Amada Astrea, y luego se las han dado a los Maestros Ascendidos, quienes particularmente están ocupados en utilizar esas peticiones, embelleciéndolas o presentándolas en nombre de ustedes y recibiendo ciertas Dispensaciones Divinas específicas, de manera que tengan ustedes la plenitud de sus peticiones preparadas, cuando sean traídas ante el Tribunal Kármico, y se les dé respuesta rápidamente.
Los magníficos tronos sobre el Tetón son de color amatista real en honor a los Seres del Año, (el Señor Zadkiel y la Santa Amatista). La Amada Portia llegó el 15 de junio de 1960. Ella, al ser la vocera del Tribunal Kármico, tiene Su trono ubicado un poco más hacia adelante del resto de los miembros del Tribunal Kármico, y tiene un baldaquino de Estado, con las cuatro magníficas palomas aladas encima de su trono.
Allí permanecerá la Amada Portia durante la totalidad del período de treinta días mencionado anteriormente, porque Ella está muy deseosa de ayudar a Su complemento Divino, el Maestro Ascendido Saint Germain, en Su causa de traer la liberación permanente a esta Tierra. Tenemos acceso a Ella aun antes de que se dé inicio a la presentación de peticiones, el primero de julio.
Arrodillándose ante Su presencia, muchos de los Jerarcas de los demás focos de los Maestros Ascendidos, ya han venido, besado el borde de Su vestidura, en gratitud por la misericordia y compasión sobre los chelas no ascendidos, por ser tan misericordiosa y estar dispuesta a ayudar a la Tierra a liberarse de toda índole de aflicción.
El Teton, de por sí, siempre es magnífico en su esplendor. Las siete antecámaras, así como también la Cámara Central, están abiertas, y la gran Llama de la Precipitación, está literalmente llena de elementos color verde chino y oro profundo, como los que solíamos utilizar en Oriente, antes de que Yo alcanzara Mi Ascensión. El Amado Maestro Ascendido Confucio, con su bondad acostumbrada, ha provisto salones para cada Maestro Ascendido que ha venido o que vendrá; y los pergaminos son colocados afuera de las puertas de tales salones, de manera que ustedes puedan conocer lo que los Maestros Ascendidos de diversos Retiros desean hacer durante el resto del año, para beneficio de los pueblos de la Tierra.
A la puerta de cada uno de estos salones está un bello serafín, ataviado de vestiduras blancas sencillas, como las de los griegos que a menudo se ven en ciertas imágenes. Cuando cualquiera de Nuestros amigos de la humanidad, cualquiera de los diminutos elementalitos, cualquiera de los cuadrúpedos o cualquier miembro de las evoluciones que actualmente utilizan la Tierra como salón de clase, se detienen a leer el pergamino, cada serafín lo ayuda a leerlo en su propio idioma.
¡Consideren la amabilidad inherente en eso! En el mundo externo hay animales, aves y otros seres vivientes que no pueden siquiera hablar ni leer un texto en castellano y, sin embargo, aunque no son más altos que un pulgar o no han evolucionado, se han visto forzados por el tirón gravitacional de la Tierra a caminar con la columna en posición horizontal, ellos son sostenidos por ese serafín afuera de cada puerta, y pueden leerlo todo acerca del reino en que están interesados. El reino de los felinos, de los perros, de los caballos, así como el reino humano, ya están bien representados. Ellos, mediante la amable y maravillosa asistencia del Amado Confucio, tienen sus propios sitios para pernoctar, y donde pueden hablar entre sí en el idioma que entienden.
Ellos siempre tienen un líder, que si se trata del reino animal o de las aves, generalmente es el Alma-Grupal de su especie en particular, y deciden entre sí, qué será lo que más beneficiará a su reino en el próximo período de seis meses. Entonces, su vocero -o vocera según sea el caso- regresa tímidamente, tira de la basta del vestido del serafín y con una vocecita pregunta si podrán ir a ver al Maestro Ascendido Jerarca, quien está deseoso de dar asistencia. El serafín invariablemente consigue una audiencia privada para ellos con los tan Magníficos Seres Divinos, de los que no puedo describir Su belleza en palabras humanas. Allí le cuentan ellos la historia de su lucha, el peso del arado sobre los bueyes, la aflicción de los diversos reinos a estos Seres Divinos que están interesados en ellos; y Ellos, les dan tanta atención como ellos le dan a los miembros de su propio rango. Cada Ser Divino tiene una bella pluma hecha de un material muy ligero, y escriben sobre una sustancia parecida a la cera. Anotan todos los puntos pertinentes de la asistencia requerida.
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