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sábado, 10 de septiembre de 2016

Cartas de Shamballa 64: Conductores espirituales

14 de septiembre de 1952


Por el Amado Santo Aeolus

El centro corazón del universo al que la humanidad ha escogido llamar "Dios", y el cual ha sido designado por organizaciones de pensamiento espiritual posteriores como "el Gran Sol Central", es literal, práctica y absolutamente la Fuente de cada alma individual que debe lograr la maestría sobre las energías individuales que conforman los latidos de su corazón y la esencia de su vida. En la dotación por Dios Padre de los poderes motivadores de la Luz, a cada foco individual de esa Luz se le da la oportunidad de aprender el poder que está dentro de la Luz, y la posibilidad de entrenar sus centros de pensamiento y sentimiento para moldear esa Luz en la forma que su libre albedrío le indique.

Uso variado de la Luz

Los hombres utilizan su luz para crear automóviles y artefactos de toda índole y descripción, todo el tiempo; otros utilizan su luz para componer música u obras de arte y literatura, y todas las expresiones particulares que alimentan los cuerpos mentales de la gente. Otros hombres y mujeres, recipientes de la misma Sustancia Luz Universal, escogen dedicarla al alimento del alma o al perfeccionamiento de las formas y medios por los cuales las dolencias del cuerpo de sus compañeros de viaje puedan ser aliviadas. Así, mediante el libre albedrío, los receptores de la sustancia del Dios Universal, activan y concentran la esencia de esta Luz en formas de naturaleza perfecta o imperfecta; las corrientes de vida constructivas se convierten en canales para diversas actividades del Espíritu Santo cuando el producto de la elección de su libre albedrío enriquece el Universo al cual pertenecen.

Respuesta de los pocos

Los pocos que han respondido a la vibración de los Siete Rayos están deseosos de utilizar las energías de sus vidas bajo la dirección de su poderoso Chohán, para relegar el mal a su nativa insignificancia, y crear condiciones bajo las cuales la raza pueda desplegar su Dios Padre sin la presión de la enfermedad, de la limitación, de la infelicidad y de la zozobra de toda índole. Estos individuos, a través de la corriente de Luz Electrónica que constituye el latido de su corazón, conforman conductores para las energías y poderes espirituales que pulsan dentro de los Reino Internos que, no obstante, requieren un instrumento de expresión con una evocación no mayor a la que se emplea en la radio o televisión, los cuales contactan, atraen y condensan las siempre presentes vibraciones conscientemente emitidas por centros transmisores para el entretenimiento, educación y placer, de quienes voluntariamente desean participar y conectarse con esas actividades. Mediante el uso de su luz, estos conductores espirituales, dirigen el foco unipuntual de su energía al interior de la disolución de las causas del mal y, al mismo tiempo, por medio del control entrenado de sus naturalezas mental y emocional, crean nuevas formas que son los patrones de una perfección futura. Éste es el trabajo de los Siete Rayos y de su gran Señor, Saint Germain; y doquiera que sobre el planeta Tierra puedan encontrarse quienes libre, alegre, inteligente, devota y osadamente deseen convertirse en parte de esta actividad, pues ... ¡a estas corrientes de vida Nosotros venimos!

En interés del bien

Los Maestros Ascendidos son individuos que han utilizado Su Luz en interés del Bien Universal, e irradian Sus bendiciones a toda la raza humana con la misma devoción impersonal que el Sol en Su expresión resplandeciente. Pero Ellos solamente pueden ser "mostradores del camino" para los hijos de los hombres que están propensos a unir sus energías al propósito y plan de los Hermanos. Para este fin, Nos hemos esforzado en poner de manifiesto una publicación impresa, por medio de la cual, el Diseño y Plan de los Hermanos puedan llegar a las mentes y corazones de los hombres, pero a ningún hombre se le exige leerlo o ceñirse a la sabiduría de sus consejos, de la misma manera que a ningún hombre se le requiere que se convierta en un Maestro de la ley de las matemáticas, en un lingüista, en un bailarín, o que logre la perfección última en cualquier otra línea. A través de Nuestras palabras impresas, estamos llegando a quienes así lo desean, ya que cada quien se convertirá en la presencia encarnada del Chohán de los Siete Rayos; y cuando las energías de vida de los menos afortunados regresen en busca de redención, y deseen un medio y manera para desenredarse de la fuerza viviente que, por medio de su libre albedrío, atrajeron desde el Corazón de Dios, la estamparon con sus imperfecciones humanas y las impusieron sobre el universo, los Maestros tendrán no uno, sino muchos, listos para enseñarles la manera de la vida.
Amor y bendiciones,
Santo Aeolus


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