14 de septiembre de 1952
Por el Amado Santo Aeolus
El centro corazón del
universo al que la humanidad ha escogido llamar "Dios", y el cual ha
sido designado por organizaciones de pensamiento espiritual posteriores como
"el Gran Sol Central", es literal, práctica y absolutamente la Fuente
de cada alma individual que debe lograr la maestría sobre las energías
individuales que conforman los latidos de su corazón y la esencia de su vida.
En la dotación por Dios Padre de los poderes motivadores de la Luz, a cada foco
individual de esa Luz se le da la oportunidad de aprender el poder que está
dentro de la Luz, y la posibilidad de entrenar sus centros de pensamiento y
sentimiento para moldear esa Luz en la forma que su libre albedrío le indique.
Uso variado de la Luz
Los hombres utilizan
su luz para crear automóviles y artefactos de toda índole y descripción, todo
el tiempo; otros utilizan su luz para componer música u obras de arte y
literatura, y todas las expresiones particulares que alimentan los cuerpos
mentales de la gente. Otros hombres y mujeres, recipientes de la misma
Sustancia Luz Universal, escogen dedicarla al alimento del alma o al
perfeccionamiento de las formas y medios por los cuales las dolencias del
cuerpo de sus compañeros de viaje puedan ser aliviadas. Así, mediante el libre
albedrío, los receptores de la sustancia del Dios Universal, activan y
concentran la esencia de esta Luz en formas de naturaleza perfecta o
imperfecta; las corrientes de vida constructivas se convierten en canales para
diversas actividades del Espíritu Santo cuando el producto de la elección de su
libre albedrío enriquece el Universo al cual pertenecen.
Respuesta de los pocos
Los pocos que han
respondido a la vibración de los Siete Rayos están deseosos de utilizar las
energías de sus vidas bajo la dirección de su poderoso Chohán, para relegar el
mal a su nativa insignificancia, y crear condiciones bajo las cuales la raza
pueda desplegar su Dios Padre sin la presión de la enfermedad, de la
limitación, de la infelicidad y de la zozobra de toda índole. Estos individuos,
a través de la corriente de Luz Electrónica que constituye el latido de su
corazón, conforman conductores para las energías y poderes espirituales que
pulsan dentro de los Reino Internos que, no obstante, requieren un instrumento
de expresión con una evocación no mayor a la que se emplea en la radio o
televisión, los cuales contactan, atraen y condensan las siempre presentes
vibraciones conscientemente emitidas por centros transmisores para el
entretenimiento, educación y placer, de quienes voluntariamente desean
participar y conectarse con esas actividades. Mediante el uso de su luz, estos
conductores espirituales, dirigen el foco unipuntual de su energía al interior
de la disolución de las causas del mal y, al mismo tiempo, por medio del
control entrenado de sus naturalezas mental y emocional, crean nuevas formas
que son los patrones de una perfección futura. Éste es el trabajo de los Siete
Rayos y de su gran Señor, Saint Germain; y doquiera que sobre el planeta Tierra
puedan encontrarse quienes libre, alegre, inteligente, devota y osadamente
deseen convertirse en parte de esta actividad, pues ... ¡a estas corrientes de
vida Nosotros venimos!
En interés del bien
Los Maestros
Ascendidos son individuos que han utilizado Su Luz en interés del Bien
Universal, e irradian Sus bendiciones a toda la raza humana con la misma
devoción impersonal que el Sol en Su expresión resplandeciente. Pero Ellos
solamente pueden ser "mostradores del camino" para los hijos de los
hombres que están propensos a unir sus energías al propósito y plan de los
Hermanos. Para este fin, Nos hemos esforzado en poner de manifiesto una
publicación impresa, por medio de la cual, el Diseño y Plan de los Hermanos
puedan llegar a las mentes y corazones de los hombres, pero a ningún hombre se
le exige leerlo o ceñirse a la sabiduría de sus consejos, de la misma manera
que a ningún hombre se le requiere que se convierta en un Maestro de la ley de
las matemáticas, en un lingüista, en un bailarín, o que logre la perfección
última en cualquier otra línea. A través de Nuestras palabras impresas, estamos
llegando a quienes así lo desean, ya que cada quien se convertirá en la
presencia encarnada del Chohán de los Siete Rayos; y cuando las energías de
vida de los menos afortunados regresen en busca de redención, y deseen un medio
y manera para desenredarse de la fuerza viviente que, por medio de su libre
albedrío, atrajeron desde el Corazón de Dios, la estamparon con sus
imperfecciones humanas y las impusieron sobre el universo, los Maestros tendrán
no uno, sino muchos, listos para enseñarles la manera de la vida.
Amor y bendiciones,
Santo Aeolus
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