Santo Aeolus, 8 de
noviembre de 1952
E1 cargo de Santo
Confortador para la vida encarna muchas y diversificadas actividades, ya que
son incontables los medios y maneras de crear y sostener el Confort. Esta
mañana hablaremos de la actividad de la reeducación espiritual.
Toda auto-conciencia,
todo ser inteligente creado por Dios -mediante el uso de su propio centro de
pensamientos y sentimientos- crea vibración y contribuye al movimiento de la
energía del universo al cual pertenece.
En las primeras Eras
Doradas cuando la energía de vida fluía de acuerdo con la Ley Cósmica de Amor y
Armonía, no existía el desconfort ni la incomodidad, ya que cada individuo era
una presencia confortadora de acuerdo a la Ley natural de su propio ser. El
Departamento del Espíritu Santo amplificaba la vibración armoniosa natural de
cada corriente de vida, y todo -debido a la afinidad de sus propias vibraciones
con la vibración Cósmica de la Santísima Trinidad- estaba imbuido con la
naturaleza del Espíritu Santo.
Experimentación nefasta
Cuando el hombre
comenzó a experimentar con la creación y proyección de vibraciones
inarmoniosas, estableció las Causas que se manifestarían en Efectos con
resultados incómodos, tales como enfermedades, limitación, separatividad,
muerte y demás. Las centurias que siguieron incrementaron las tendencias de
crear causas inarmoniosas, hasta que la raza entera atravesó por uno u otro de
estos dolores, y el clamor del Planeta y su gente pidiendo confort se convirtió
en una petición universal, aunque sus expresiones verbales fueran diversas.
He explicado cómo los
ámbitos de la Naturaleza bajo la dirección del Espíritu Santo han hecho todo lo
posible para proveer un ambiente conducente al sostenimiento de la vida. Hoy
hablo acerca de los maestros que son los mensajeros de la Gran Hermandad
Blanca, y cuyos esfuerzos constituyen la educación de la conciencia de la
gente, de manera que pueda ella convertirse en Su propia presencia confortadora
mediante el aprendizaje que se encuentra en las Leyes de Armonía y Amor, Belleza,
Amabilidad, Tolerancia, Pureza y Paz. Cada hombre deberá, algún día,
convertirse en una Presencia Confortadora a través de las energías de su propia
corriente de vida para con su propio cuerpo físico, sus cuerpos internos y las
fuerzas de los Elementos dentro y fuera de sí; y luego, a la vida que será
atraída a su ambiente por medio de las circunstancias, el karma o el deseo de
recibir la bendición de habitar en la periferia del aura de quien se ha
auto-alineado, una vez más, con las vibraciones del Confortador Cósmico
mediante la similitud de las emanaciones naturales de sus respectivos centros
vibratorios.
Vibración auto asumida y generada
La vibración de la
energía en cualquier ser (humano o Divino) es atraída magnéticamente a todos
los otros seres que vibran en simpatía con el mismo patrón, por más que el
asiento de la vibración y la pureza del tono y del color no sean iguales debido
a la evolución de las Presencias Maestras del Universo, cuando se les compara
con las de los chelas que todavía se encuentran en los escalones más bajos de
la escalera de la evolución. Pero si existe una afinidad en la cualidad de
vibración, esos individuos estarán contentos y felices en la asociación
armoniosa, y el Espíritu Santo podrá trabajar a través de ellos, como en el
dicho, "aún a través del menor de estos".
Sin embargo, si un
individuo, mediante los centros creativos de sus propios pensamientos y
sentimientos, está emitiendo vibraciones de naturaleza impura, dicha persona
estará incómoda en la presencia de la pureza. Si a través de los éteres
sutiles, dicha persona dirige corrientes de energía de naturaleza belicosa,
encontrará incomodidad en la Presencia del "Príncipe de la Paz". Pero
cualquier individuo de esta índole, al entrar a la Presencia y Poder del Maestro,
por más que no encuentre afinidad dentro de sí con la vibración, de ser sincero
podrá -con el correr del tiempo- configurar la vibración de su propia energía
según la mayor Luz. Y allí, cuando pueda sufrir por la proximidad a la
vibración que no es semejante a su naturaleza humana, dicha persona por su
propia elección al exponerse a las vibraciones de Seres Perfectos, aprenderá a
emular esa vibración, y no sólo disfrutará absorbiendo la radiación de esos
Seres, sino que se convertirá, de hecho, en una presencia de esa misma paz,
pureza, confort y sanación.
Éste, entonces, es Mi
servicio a quienes escojan entrar al aura del Santo Confortador, y aunque no
sean todavía presencias confortadoras para con la vida, si exponen sus seres a
las vibraciones de Mi propio Ser, algún día encarnarán la capacidad de
exteriorizar confort. Esto se lo prometo.
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