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martes, 13 de septiembre de 2016

Cartas de Shamballa 68: Naturaleza del Espiritu Santo II

Santo Aeolus, 28 de septiembre de 1952



Servicio diversificado

Como sabemos, el servicio Cósmico de Dios Padre- Madre es diversificado a través de siete grandes Rayos. El primero y el segundo representan las actividades de las Personas Primera y Segunda de la Santa Trinidad. Los cinco rayos restantes caen bajo la jurisdicción de la Tercera Persona o el Espíritu Santo, conocido como el Maha Chohán, cargo que Yo ostento en la actualidad. Los individuos a la cabeza de estos siete grandes Rayos son conocidos como los Chohanes de los Rayos.

Cinco rayos de actividad

Una vez que el planeta Tierra fue hecho lo más confortable posible, y la primera Edad Dorada fue desplegada a lo largo y ancho de su Luz como una bella sonrisa de bienvenida a los recién llegados hijos de los hombres, comenzó el servicio específico del Espíritu Santo. Para este propósito, el Espíritu Santo creó los cinco grandes Rayos, cuyas actividades podrían cubrir cada porción de la vida evolucionante bajo Su cargo. A la cabeza de cada Rayo ubicó una inteligencia responsable que ya estaba familiarizada con las necesidades de esa porción de vida a la que iba a servir. El cargo del Chohán del Tercer Rayo me representa para las cinco Facetas de Fuerza, de la misma manera que el Sol físico representa al dispensador de los Poderes del Gran Sol Central, y en el transcurso ordinario de evolución, el que sostiene el cargo de Chohán del Tercer Rayo se convertirá, con el tiempo, en el Mahá Chohán del futuro, igual que el Chohán del Primer Rayo es el lugarteniente del Manú, y el Chohán del Segundo Rayo, el lugarteniente del Cristo Cósmico. El cargo del Chohán del Tercer Rayo lo ocupa hasta el momento, un ser conocido como "El Maestro Pablo El Veneciano", (Nota: Hasta el 26 de noviembre de 1964 en que asumió como Mahá Chohán), y su servicio a la vida será abundantemente manifiesto en un futuro cercano. Este Rayo no hace más que interpretar la Voluntad del Espíritu Santo, y Pablo El Veneciano es el asesor para todas la expresiones de perfección que se manifiestan a lo largo de los demás Rayos. El confort que surge a través de la belleza, música y el arte, fluye a lo largo del Cuarto Rayo: el confort que emana de la restauración de la mente y cuerpo de la gente mediante la armonía y la salud, cae bajo la jurisdicción del Quinto Rayo. La correlación de los hallazgos científicos del día con las Verdades Espirituales de la vida también cae bajo el servicio de este Rayo. El confort de las almas de los hombres, la Paz a sus corazones y su fe en Dios es la expresión del Sexto Rayo. El traer liberación al corazón de los hombres con el fin de que esa Llama de Vida pueda expandirse a su máxima gloria y convertirse en la Naturaleza de Dios en su totalidad, es el regalo y servicio del Séptimo Rayo. Estos son todos servicios de Confort a la Vida, y todos expresiones de la actividad cósmica del Espíritu Santo bajo quienquie­ra que sea el Mahá Chohán de la era.

Aura individual del Confort

Estamos entrando a la Era en que el Edicto Divino ha declarado que el latido de cada corazón humano deberá crear y sostener un aura individual de confort para toda vida a su alrededor. Es la era en que el Espíritu Santo se convertirá en el estado natural de cada hombre mediante el autocontrol y la comprensión. Cuando los espíritus evolucionantes vinieron inicialmente a la Tierra, Dios Padre-Madre envió con ellos un Ser exquisitamente hermoso que encarnaba la total naturaleza de Su Ser. Éste era el Ejemplo Divino de lo que todos podrían ser y en lo que deberían convertirse. Se le conocía como el Manú, y permaneció con la gente de la Primera Edad Dorada hasta que un hijo del grupo desarrolló, maduró y se convirtió en Su sucesor natural a través de la exteriorización de su propia Cristidad. Cuando esto se logró, el Señor Manú invistió a este hijo con Su Poder; colocó sobre sus hombros la Vestidura de Autoridad, en sus manos el Cetro del Dominio, y besando su frente, el Manú regresó a Casa, dejando la tutela de Su gente al "primogénito" en Naturaleza Espiritual. Debido a la caída del hombre, los Manús de las Razas Cuarta, Quinta, Sexta y Séptima están todavía ocupados en un empeño por llevar su respectiva gente a la plena Cristidad, tomando en cuenta tanto la sobrepoblación del Planeta en la actualidad, en cuanto a su eje sobrecargado y su aura turbulenta. Debido a que la hora Cósmica ha expirado, los Manús son responsables, no sólo por un Cristo, sino por la serie completa de Cristos. ¡De allí que se requiere que cada hombre sea una Presencia Confortadora y un Espíritu Santo para con la Vida! Que cada hombre haga su propio llamado sincero al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, a fin de poder lograr su estado Divino natural mientras que aún haya tiempo.
Amor y bendiciones,
Santo Aeolus


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