Santo Aeolus, 21 de
septiembre de 1952
La actividad del
Retiro del Lago Titicaca, donde se estableció el Poder de Dios a través del
Rayo Femenino al principio de la manifestación del planeta Tierra como un
miembro de nuestro Sistema Solar, trajo una respuesta de la humanidad que
estuvo más allá de la esperanza y expectativa de la Hermandad. En vista de que
el Rayo representa la naturaleza
emocional de Dios, y encarna en sí las cualidades que constituyen la vestidura
manifiesta de la Deidad, cada corriente de vida que fue atraída al alcance de
Su radiación comenzó a absorber, tanto consciente como inconscientemente, la
naturaleza plena de Dios mientras se encontraba en Su aura espiritual.
Verdad exacta y veraz
Así como el aspirante
que alguna vez ha visto la Presencia del Maestro se hace consciente del patrón
Divino que él, por sí mismo, debe cumplir un día, así mismo se imbuyó la
humanidad de la Tierra profundamente en la naturaleza de la Divinidad, mediante
la cual los seres humanos podían medir con sus seres externos en todo contacto
futuro, la veracidad y exactitud de la presentación de la Verdad por parte de
quienes pretendieran ser los mensajeros y directores que llevan Luz a la gente.
Una vez que el individuo se ha bañado en el aura de un Maestro, o se ha parado
en el Aura Sagrada de la Deidad por cuenta propia, no hay fuerza mental externa
o persuasión humana que pueda engañar la conciencia de su corazón, cuando un
individuo disfrazado con la naturaleza de Dios sin expresar una vibración
parecida o complementaria, presenta un cierto aspecto de la susodicha verdad
para su aceptación.
Aura de la deidad
Durante los treinta
días que estuvo abierto el gran Retiro del Dios Merú a todos los miembros de la
raza, de los tres y medio a cuatro millardos de personas actualmente
encarnadas, más de tres millardos acudieron al menos una vez, y más de diez
millones de personas estuvieron presente cada noche. Aquí, pudieron ver y
sentir el aura de la Deidad, que es la atmósfera natural de la Montaña Sagrada,
y entraron a su Santificada Presencia, encontrando la paz y el sosiego que
viene solamente a través de habitar "en el Lugar Secreto del
Altísimo". Aquí, noche tras noche, Seres bellos y perfectos disertaron a
la multitud, y en Su gracia encarnada e intenso amor, manifestaron la
naturaleza interna, pero palpable, de Dios a través de las formas
perfeccionadas. Esto se hizo con el propósito de impresionar a las almas
asistentes con la realidad del Amor Divino y Perfección del Maestro, hasta el
punto en que "la farsa" fuera tan evidente como lo es la diferencia
entre la Trompeta de Gabriel y una trompeta de lata. Se comprenderá que entre
los millardos que son atraídos por el imán de Amor del aura de la Montaña
Santa, quienes estuvieron presentes conscientemente en sus sentidos despiertos,
se contaban sólo en los miles, pero ésos atestiguaron tal profesión de
Perfección de la Naturaleza de Dios, noche tras noche, como no se ha visto en
el mundo de la Forma desde la caída del telón de la última Edad Dorada.
Engaño eliminado
Estamos decididos a
que el hombre nunca más sea engañado en la representación del Poder de Dios y
de la naturaleza de Dios a través de ninguna forma finita. Y, entre otras
cosas, en este Concilio se acordó que cada alma buscadora, sea tomada una vez
cada período de veinticuatro horas dentro del aliento propiamente dicho de la
Presencia del Maestro Ascendido de algún Ser perfeccionado, y literalmente se
siente a los pies del Maestro, aprendiendo de primera mano lo que un individuo
divinamente perfeccionado es en naturaleza, en manifestación, en propósito y en
acción. Para prestar este servicio, se requirió que un individuo aceptara
voluntariamente la responsabilidad de llevar su conciencia durante el sueño a
una Presencia Maestra de esta índole, y allí la Hueste Angélica, bajo la
dirección del Arcángel Miguel, hiciera esta dedicación voluntaria. Y ningún
individuo que esté buscando sinceramente la Luz, sin importar cuál pueda ser la
avenida de sus esfuerzos, se perderá de esta experiencia una vez en el período
de veinticuatro horas. Por consiguiente, es imposible continuar velando la
Verdad, porque mediante la proximidad y la presión de los sentimientos, tarde o
temprano, cada hombre manifestado que sea medido contra la perfección crística
de la Orden Divina de Seres Divinos, revelará su representación profesa de la
Naturaleza Divina. Los Señores del Karma se reunirán en Luxor cada séptima
noche durante el período de treinta días que acaba de comenzar, y al menos tres
de Ellos estarán presentes de manera constante para darle consideración a las
dispensaciones y concesiones que no pueden esperar el cónclave venidero de
medio año.
Amor y bendiciones,
Santo Aeolus
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